diumenge, 11 de maig del 2008

Citas de El Goloso (1)

Bajo el reinado de Luis XV, glorioso para la cocina, se construye el primer horno de quine fuegos, llamado "Hortelano", revolución tecnológica del XVIII, y se abre el primer restaurante de la historia de Occidente. La etimología de la palabra "restaurante" deriva del latín restaurabo, mas dicen que el origen es la leyenda evangélica: Venite ad me ommes qui stomaco laboratis ego restaurabo vos... Este lema, cual repostero, ondeaba en un lugar prinicipal del establecimiento que abrió en París un tal Boulanger en 1765, dicen unos, afirmando otros que fue un año más tarde en otro lugar de la capital regentado por Monsieur Roze. El restaurante servía en sus orígenes durante las veinticuatro horas del día unos caldos reparadores que restauraban la salud, de ahí su nombre. Al poco, se introdujo la "mesa del patrón", donde la clientela podía además degustar guisos elaborados. A diferencia de las tabernas, sólo se podía acudir para probar platos de primera calidad, con una decoración de lujo, un servicio cuidado, copia del de los cafés tan en boga desde principios del XVIII, y a precios más que elevados. Era una novedad, y a este respecto es elocuente el comentario epistolar de Diderot Sophie Volant: On y est bien, mais chèrement traités.














El goloso. Una historia europea de la buena mesa. Conde de Sert. Alianza Editorial. 2007