Bebida ligada al imaginario de la celebración y la fiesta, [el cava] también ha asumido la leyenda de buena conductora de sensualidad, incluso de brebaje ambrosiaco para fetichistas dispuesto a bebérselo en un zapato femenino de tacón alto para pie pequeño y alargado. No existe la comida afrodisíaca, tampoco la bebida. Pero comida y bebida se dan en situaciones que propician la apertura de los esfínteres del cuerpo y el alma y la pérdida de las inhibiciones. En el ámbito donde se bebe cava a dos, a tres quizá (más de tres es multitud), cabe un posible recetario al servicio de las amistades peligrosas. Carvalho citaba algunas recetas heredadas de los secretos saberes del barón D'Orcy, libertino francés del período de entreguerras - de entre qué guerras no importa -: aperitivo para sexualidades mestizas: black velvet.
Cóctel de cerveza negra, a ser posible Guinness, y cava brut. Combinado basado en el derecho a la diferencia, porque debe ponerse a partes iguales cerveza y cava y respetarse la espuma de la una y las burbujas de la otra. Bebida de claroscuro, de día y de noche, para encuentros mestizos raciales o sociales, preferiblemente entre blancos y negros o entre profesores auxilares de Sociología Electoral y esposas de ingenieros financieros. También cabe que en el caso de mestizaje social se comprenetren ingenieros financieros con esposas de profesores auxiliares de Sociología Electoral. Cóctel peligroso que propicia en exceso las aperturas de los esfínteres más cerrados y el bilingüismo más lúbrico. Cualquier cava brut es bueno para el black velvet.
beber o no beber. Del vino y las costumbres bebedoras de los españoles. ZETA. Septiembre 2008
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